viernes, 24 de octubre de 2008

REDEPENTE


-¿Ya la liberaron?

-Primero bajate de la silla, ya te dije que te podés caer... ¿cómo, princesita?

- Si ya liberaron a la tía.

- ¿Si la liberaron de qué?

- De la cárcel.

- No. Con mamá decimos que ya salió, pero del hospital. La tuvieron que operar, y ya salió porque todo está bien. Por eso estamos contentos. Pero no estaba en la cárcel.
Repentinamente me dí cuenta de que en todos estos años, además de ser un boludo más que tiene blog (según opinión de Feinman), he armado todo este despelote.
La vida me pasó por encima, y me tiró por la cabeza con padres, hermanos, hijos, amigos... y porqué no hasta algunos buenos enemigos decentemente ganados.
Y yo los he juntado, desconcentrado, mezclado, perdido, todo por partes y sin un orden lógico. Es más: todavía tengo proyectos. Si cinco neumotórax no pudieron tirarme abajo, van a necesitar al menos otro.
Por ahí esto no deja de ser tripolar. Por ahí comienza a ser horizontal, y solamente cambia eso. Como adecuación a los tiempos que corren. Como espacio reciclado.
Como lo propio. Como ya he dicho... que para poder seguir, tengo que empezar todo de nuevo.
Y arar con viejos bueyes.